Andrés Pena Graña

Habría que remontarse a la Edad del Bronce, a los petroglifos de “Terminis” y las “Plantae Pedrum” para encontrar en los espacios pictóricos de Eva Vérez un referente gallego.
Tomada en su conjunto, la grafía que impregna la obra de Eva Vérez parece una reconstrucción de la memoria en base a dos principios modales: Una parte de realidad material -sin excluir el alarde técnico del artista- y otro de manipulación (asombrosamemte perfecta y asombrosamente intencionada) por parte de Eva Vérez, de la consciencia del receptoe a través de odo ese mundo compositivo plano, al que antes me referí, cargado de referentes y asociaciones visuales que nos emiten machaconamente el mismo mensaje tan familiar y reconocible como irreductible e inquietante.