Antonio D. Olano
Escritor siempre en crisis. Biógrafo de sus amigo Pablo Picaso y Salvador Dalí. Y muchas cosas más. Bueno eso dice él. Eso decimos nosotros (y el que escribe estas apostillas es él).
A vista de sus cuadros, nos encontramos con un personal y complejo código pictórico, acumulado a lo largo de su breve pero intensa experiencia, como un laboratorio de formas con el que manifestar sus inquietudes e ideas, y donde
El conjunto de su pintura da la sensación de introducirnos en fragmento de lo imaginario, en un territorio donde gobierna la ambigüedad, la espontaneidad de lo ingénuo y a partir del cual se tienden sólidos puentes entre la experiencia estética, el sustrato mítico y los acontecimientos cotidianos. Se trata de una obra intimista y de gran profundidad, que vive a medio camino entre la realidad y el mito, estableciendo reveladoras e inquietantes relaciones entre ambos.
A vista de sus cuadros, nos encontramos con un personal y complejo código pictórico, acumulado a lo largo de su breve pero intensa experiencia, como un laboratorio de formas con el que manifestar sus inquietudes e ideas, y donde
El conjunto de su pintura da la sensación de introducirnos en fragmento de lo imaginario, en un territorio donde gobierna la ambigüedad, la espontaneidad de lo ingénuo y a partir del cual se tienden sólidos puentes entre la experiencia estética, el sustrato mítico y los acontecimientos cotidianos. Se trata de una obra intimista y de gran profundidad, que vive a medio camino entre la realidad y el mito, estableciendo reveladoras e inquietantes relaciones entre ambos.
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